¿Sufre de sangrado de encías y se pregunta cuál puede ser la causa? No se preocupe, ya que este problema de salud bucodental tan común puede ser indicativo de varios problemas subyacentes. Identificar la causa es crucial para encontrar una solución eficaz. Profundicemos en algunas causas potenciales y consejos prácticos para abordarlas.
Gingivitis: La aparición de
enfermedad de las encías
a menudo desencadenada por una higiene bucal deficiente, puede provocar la inflamación y el sangrado de las encías debido a la acumulación de placa.
Solución: Mejora tu higiene bucal. Acostúmbrate a cepillarte los dientes al menos dos veces al día, y no olvides usar hilo dental y enjuagarte con un colutorio a diario. Las revisiones y limpiezas dentales periódicas son fundamentales para combatir la gingivitis.
Enfermedad periodontal: Si no se trata, la gingivitis puede evolucionar a una forma más grave conocida como
enfermedad periodontal
que conduce a la recesión de las encías e incluso a la pérdida de dientes.
Solución: Las intervenciones pueden incluir procedimientos de limpieza profunda como raspado y alisado radicular, antibióticos, terapia láser y mejores prácticas de higiene bucal en casa. En casos graves, pueden ser necesarias intervenciones quirúrgicas.
Problemas médicos: Los problemas médicos subyacentes y ciertos medicamentos también pueden contribuir al sangrado de las encías, incluidos los trastornos sanguíneos, las deficiencias vitamínicas y los medicamentos que afectan a la coagulación de la sangre.
Solución: Póngase en contacto con su profesional sanitario para que le haga una evaluación exhaustiva. Pueden recomendarle ajustes dietéticos, suplementos o modificaciones de la medicación.
Gingivitis del embarazo: Las fluctuaciones hormonales durante el embarazo pueden hacer que las encías sean más propensas a la placa, lo que provoca inflamación y sangrado.
Solución: Mantén una higiene bucal impecable e informa a tu dentista sobre tu embarazo para recibir orientación y cuidados personalizados.
Traumatismos: El cepillado agresivo, el uso del hilo dental o el uso enérgico de un palillo de dientes pueden traumatizar las encías, provocando su sangrado.
Solución: Adopte la delicadeza en su rutina de cuidado dental. Opta por un cepillo de cerdas suaves y adopta un enfoque más delicado al cepillarte los dientes y usar hilo dental.
Tabaquismo:
El consumo de tabaco
puede disminuir el flujo sanguíneo a las encías y comprometer la capacidad del sistema inmunitario para combatir las infecciones de las encías.
Solución: Considere la posibilidad de decir adiós al tabaco, una medida que puede reforzar sustancialmente la salud de las encías y reducir el riesgo de pérdida de dientes.
Aparatos dentales mal ajustados: Las dentaduras postizas o los aparatos dentales mal ajustados pueden irritar las encías, provocando sangrado y molestias.
Solución: Busque ayuda de su dentista u ortodoncista para ajustar o sustituir rápidamente los aparatos dentales mal ajustados.
Estrés: El estrés prolongado puede debilitar el sistema inmunitario, haciendo que las encías sean más susceptibles a la inflamación y el sangrado.
Solución: Combatir el estrés mediante técnicas de relajación, ejercicio regular y buscando el apoyo de seres queridos o profesionales si es necesario.
Si ha estado luchando contra un sangrado de encías persistente o grave, visite a su especialista dental para tratar este problema lo antes posible. Ignorar este problema puede allanar el camino a complicaciones bucodentales más graves. La intervención precoz es clave. Recuerde que su dentista puede ofrecerle asesoramiento personalizado y un plan de tratamiento a medida basado en la causa específica del sangrado de sus encías. No dudes en buscar el apoyo y la orientación necesarios. Tu salud bucodental importa